Mundo de ficçãoIniciar sessãoEn aquella zona de la ciudad había un lugar que destacaba más que los demás, no se trataba solo por ser una casa de un piso rodeada de edificios más altos. Sino porque también es de los pocos lugares de la zona de los cuales sale mucha luz y sonido, gritos y risas, los murmullos de los ladrones y bandidos; todo entrelazado con las canciones mientras la hidromiel fluía en cuencos de metal áspero.
Las mesas tenían tallada en sus maderas escritos y rasguños de imprudencia, a los costados el rugido del fuego provenía de dos grandes chimeneas de piedra. También proyectaban sombras danzantes sobre los rostros curtidos de los hombres y mujeres, humanos y alvinters. Todos con apariencia más fornida que el promedio y cicatrices en el cuerpo.
Desde la cocina en el fondo llegaba el olor a la carne asada y hierbas embriagadoras, todo traído por los vientos. Algunas mesas ya tenían sus







