— Te acabo de hacer una pregunta - Alessandro se acercó a Ava y la tomó del brazo de una manera no muy sutil.
— Me estás haciendo daño - Los ojos de la mujer se llenan de lágrimas, pero al hombre tal parece que poco o nada aquello le importa.
— ¿Eres sorda? - Alessandro estaba muy colérico al encontrar a la mujer allí.
— Estoy trabajando, soy la secretaria de la mujer que escogiste como tu esposa, por cierto bien pudiste tener una mejor elección y…
— No he pedido tu opinión así que cierra la boca Ava, sabes perfectamente que te quiero cerca de mí y vienes a trabajar en mi propia Empresa.
— No lo sabía, pero ahora no me arrepiento.
- No me importa en lo absoluto si te arrepientes o no, estás despedida Ava, no te quiero cerca de mi esposa y mucho menos de mí así que pasa por Recursos Humanos por tu liquidación y lárgate Ava, no tienes nada que hacer aquí, prescindo de tus servicios Ava.
— No puedes hacer eso Alessandro - la mujer dio un paso tomando del brazo al hombre. Pero el Moreno