— Señor Morgan - La enfermera se paró al lado de Alessandro - Puede pasar a verla.
Alessandro sentía que la respiración era más pesada mientras avanzaba hasta la habitación de Alicia, cuando el moreno la contemplo sintió un pinchazo en el corazón, se acercó a ella lentamente y le cepillo el cabello de oro con los dedos, hasta que Alicia sintió que alguien la tocaba.
— ¡Alessandro! - susurra ella con la voz baja.
— No hables amor —. El moreno le dedicó una pequeña sonrisa.
— ¿Y mi bebé? - la voz de Alicia había temblado.
— Está bien Alicia, ahora estarás en reposo durante 30 días - la rubia al escuchar aquellas palabras había dejado escapar todo el aire que estaba reteniendo, cerrando los ojos.
— Yo lo siento Alessandro - susurra ella.
— Tú no tienes por qué sentir nada Alicia - Alessandro entrelaza su mano con la de ella - Amor, lo mejor es que nos vayamos a Estados Unidos, allí estarás bien, estaremos bien hasta el nacimiento de nuestro hijo, no quiero que estén cerca de Ava.
— Si