Aaron:
Stella sale de la ducha cubierta por una toalla, la miro de arriba a abajo. Es tan sexy. Me pongo de pie casi de inmediato y la rodeo con mis brazos.
—Deberíamos… aplicarnos para que la hermanita de Ángel llegue pronto ¿O no? —suelta una risa nerviosa, sus mejillas se sonrojan.
—Bueno… deberíamos si —beso su cuello y su toalla cae al suelo. Esa fue una excelente noche.
—Aaron —la voz de mi representante me interrumpe, sigo corriendo en la caminadora.
—¿Qué pasa? —carraspea un tanto nervioso.
—Sigue tratando de pone