CAPÍTULO 148. DE VISITA...
Mateo y Adriana, pasaron un buen rato en la mansión de su hermano compartiendo con su cuñada y sobrinos. Cuando este llegó, se sorprendió de ver ahí, a su hermano y su cuñada.
—¡Que extraordinaria sorpresa, hermano, cuñi! ¡Me alegro, que estén aquí! —celebró él.
—Hemos venido a ver la mansión y ya la estoy negociando —explicó Mateo— espero que sea cuestión de días para que nos mudemos y seamos vecinos. Solo habrá una casa intermedia, entre la de ustedes y la nuestra —aseguró este.
—¡¡¡Qué bueno!!! —expresó y aplaudió, Claudia feliz.
—Ya que están aquí, ¿por qué no almorzamos juntos? —preguntó Marcos, mirando a Mateo y Adriana, quienes se miraron con complicidad.
—¡Vale! No obstante, voy a avisar a Alicia para que se encargue de dar de comer a Mateo. Él, está acostumbrado a comer con nosotros —comentó Adriana, sacando su celular. Al responder esta, ella se alejó un poco del grupo e incluso habló con su hijo.
Luego, todos pasaron al comedor, Marcos abrió una botella de vino para