C58-¿FUISTE TÚ?
—Tuvo una fractura de columna lumbar con compresión medular —repitió Lucien, como si al decirlo pudiera forzar su mente a entenderlo—. No sabemos si volverá a caminar.
A James se le tensó la mandíbula; el ardor del alcohol subió hasta su garganta, pero lo contuvo. No quedaba espacio para debilidad. Ni siquiera sabía qué sentir primero: si miedo, culpa o rabia.
—¿Qué demonios pasó entre ustedes, James? ¿Qué pasó? —insistió su padre.
James bajó la vista, pasó una mano por su nuca, sintiendo el pulso acelerado.
—No… no voy a hablar de eso ahora —fue lo único que dijo antes de colgar.
Sin embargo, Lucien Stanton no era un hombre que suplicara; su voz siempre había sido un mandato. Pero en este asunto se vio en la necesidad de hacerlo. Por eso ahora estaba de pie frente a la ventana, se volvió hacia su hijo con una mirada que podía quebrar a cualquiera.
—He esperado doce horas a que vinieras con una explicación —dijo, sin moverse—. Y no lo has hecho. Así que te lo pregunto