~ MAITÊ ~
La música comenzó a sonar y mi corazón se disparó.
Era ahora.
Respiré hondo, arreglé el ramo en las manos y di el primer paso en dirección al pasillo de la iglesia.
El lugar estaba lindo. Simple, pero lindo. La pequeña iglesia con sus bancos de madera oscura y vitrales que proyectaban luz colorida sobre todo. Velas encendidas en el altar, flores blancas decorando discretamente los laterales.
Y las personas. Pocas personas. Pero solo personas que realmente significaban algo en nuestras vidas.
Mi madre estaba sentada en el primer banco, ya llorando, un pañuelo apretado en la mano. A su lado, los padres de Marco, Beatrice con aquella sonrisa orgullosa en el rostro y Giovanni sosteniendo su mano. Christian y Zoey justo detrás, Matteo en el regazo del padre, tocando todo. Anne y Nate con Josh y Avery. Lívia y Luca, ella con la mano en la barriga todavía plana pero protectora. Giuseppe, Bianca, Mia, Matheus, Dante en medio a otros rostros que amaba.
Los niños estaban esparcidos po