~ MAITÊ ~
"¿A dónde crees que vas?"
Marco. Claro que era Marco.
Suspiré hondo, cerrando los ojos por un breve segundo antes de voltearme completamente para enfrentarlo. Estaba de pie allí, todavía con camisa arrugada y cabello desordenado de haber dormido, pero los ojos completamente alertas. Y furiosos.
"Necesito hacer esto", dije, manteniendo mi voz firme a pesar del corazón acelerado. "Necesito salvar a nuestra hija".
"¿Qué recibiste en aquel celular?", preguntó, dando un paso más cerca. Su mano todavía sostenía mi brazo, no con fuerza para lastimar, pero suficiente para impedirme entrar al auto. "Aquel mensaje que dijiste que era spam. ¿Qué era, Maitê?"
No servía mentir ahora. Ya sabía. Siempre supo.
"Un mensaje de Vivianne", admití, levantando la barbilla desafiante. "Quiere que vaya a un lugar determinado. Sola. Y voy a ir".
"No", Marco dijo inmediatamente, su voz saliendo dura como acero. "No, no vas a ir. Vamos a entregar esto a la..."
"¿A la policía?", exploté, arrancando mi