~ MAITÊ ~
Christian salió apenas el equipo de seguridad llegó, prometiendo volver cuando tuviera más información sobre el atentado. Ahora nuestro edificio estaba completamente tomado por guardias, desde la entrada del edificio hasta dos hombres posicionados estratégicamente en la puerta de nuestro apartamento.
Era surreal ver nuestra vida normal siendo transformada en algo que parecía sacado de una película de acción. Hombres de traje oscuro con pequeños audífonos circulaban por los corredores, verificando cada rincón, cada sombra, como si nuestra seguridad dependiera de una vigilancia constante.
Me quedé en el apartamento con Lívia, Zoey y Marco, todos atrapados en una especie de limbo emocional, rumiando sobre el hecho aterrorizante de que podríamos haber muerto y nos salvamos literalmente por cuestión de minutos. Si la bota de Zoey no hubiera dado trabajo para quitar y poner, si no hubiera ofrecido el antiinflamatorio, si no nos hubiéramos distraído con las fotos del campamento...