~ MARCO ~
El nombre salió de los labios de Maitê como una puñalada directa en el pecho. Sentí que todo mi cuerpo se congelaba, cada músculo tensándose instantáneamente. Era como si el suelo hubiera desaparecido debajo de mis pies, dejándome suspendido en un vacío que conocía demasiado bien.
Aria.
¿Cómo sabía ese nombre? ¿Cómo era posible que ese nombre hubiera llegado hasta ella?
"¿Dónde escuchaste ese nombre?", pregunté, mi voz saliendo más áspera de lo que pretendía.
Maitê me miró con una expresión que era mitad tristeza, mitad determinación.
"A veces la llamas dormido".
La revelación me golpeó como un segundo impacto. Durante el sueño. Por supuesto que era durante el sueño. Creí que había logrado controlar eso, que los años de terapia intensiva finalmente me habían ayudado a procesar ciertos recuerdos que insistían en volver cuando bajaba la guardia.
Había pasado tanto trabajando meticulosamente para encontrar maneras de lidiar con todo aquello que ocupaba espacios en mi mente. Téc