~ MAITÊ ~
Apenas Marco y Nate desaparecieron en el pasillo, Anne se inclinó hacia adelante con aquella sonrisa cómplice que solo mujeres embarazadas comparten entre sí.
"Entonces", dijo, bajando la voz de forma conspiratoria, "¿cómo estás lidiando con... eso?"
"¿Eso qué?", pregunté, fingiendo no entender, pero sintiendo que mi rostro se acaloraba.
"Maitê, por favor", Anne rio. "Estabas prácticamente devorando a Marco con los ojos. Y considerando que estás en el segundo trimestre... bueno, imagino que las cosas estén bien intensas por ahí".
Suspiré, desistiendo de fingir.
"¿Cómo hacías tú para controlarte?"
"¿Controlarme?", Anne soltó una carcajada. "¿Quién dijo que me controlaba? Pobre Nate tuvo mucho trabajo conmigo. De hecho, todavía tiene".
Guiñó el ojo maliciosamente, y no pude evitar reír también.
"¿En serio?"
"Completamente. Hay días que despierto y él apenas logra salir de la cama para trabajar", dijo con una sonrisa traviesa. "Las hormonas en el segundo trimestre son algo impr