~ Nathaniel ~
Desperté con la voz de Anne aún resonando en mi mente, fragmentos de la noche anterior repitiéndose sin control. El sonido de ella corriéndose, cada gemido, cada palabra provocativa reproduciéndose en mi cabeza como un disco rayado.
Por más que tratara de enfocarme en la rutina matutina, en la ducha, en el café que preparé automáticamente, el peso de haber cruzado esa línea como Wanderer comenzaba a caer con toda fuerza. Había una diferencia entre intercambiar mensajes provocativos y realmente tener sexo por teléfono con ella. Era una intimidad que cambiaba todo, que hacía la mentira que estaba viviendo aún más complicada.
"¿Hasta cuándo puedo mantener esto sin que ella descubra?", pensé, revolviendo el azúcar en el café con movimientos mecánicos. "¿Qué voy a