El silencio que siguió a las palabras de Christian pareció extenderse para siempre. Miré su rostro magullado, tratando de procesar lo que me acababa de decir. No fue un accidente. Alguien había tratado de matarlo deliberadamente.
"¿Cómo puedes estar seguro?", pregunté finalmente, mi voz saliendo más débil de lo que pretendía.
Christian cerró los ojos por un momento, como si estuviera reviviendo la noche terrible.
"Porque el coche me estaba siguiendo", dijo lentamente. "Cuando salí de tu apartamento, me di cuenta de que había una SUV oscura detrás de mí por varias cuadras."
Sentí un escalofrío recorrer mi columna.
"¿Estás seguro de que era el mismo coche?"
"Absolutamente." Abrió los ojos, mirándome con una seriedad que me dejó aún más asustada. "Al principio pensé que era coincidencia. Después de todo, las calles de Río son transitadas, incluso de noche. Pero cuando comencé a prestar atención, me di cuenta de que mantenía distancia, pero siempre ahí."
Christian trató de acomodarse mejo