Ângelo Messina y Ellis Barker estaban en la habitación concedida por Amina, cada uno inmerso en sus propias preocupaciones mientras se preparaban para la cena. Ellis había terminado de arreglarse, y su expresión reflejaba la seriedad de su misión. Mientras tanto, Ângelo esperaba pacientemente, su postura más tranquila que antes.
En ese momento, la puerta se abrió, y un guardia entró en la habitación. Parecía imponente y anunció: "Amina los espera en el comedor."
Ângelo Messina agradeció con un gesto de cabeza y luego se volvió hacia Ellis, preguntando: "¿Estás lista, Ellis?"
Ellis, determinada, respondió con firmeza: "Sí, estoy lista."
Ambos siguieron al guardia por el pasillo de la mansión hasta el inmenso comedor, donde Amina y sus invitados ya estaban reunidos. Amina estaba en el centro del salón, recibiendo a todos con una expresión serena.
Cuando Amina vio a Messina y Ellis, se acercó con una leve sonrisa. "Espero que el descanso haya calmado