La suave luz del sol de la mañana bañaba las calles de Pedesina mientras Ellis caminaba junto a Sofia. Era la primera vez que Ellis exploraba la ciudad natal y quedó encantada con la belleza y el encanto del lugar.
Mientras caminaban por las estrechas calles, pasando por antiguos edificios de piedra y balcones adornados con flores coloridas, Ellis observaba todo con admiración. Los sonidos del italiano, conversaciones animadas y risas llenaban el aire, creando una atmósfera acogedora y vibrante.
— Sofia, esta ciudad es simplemente maravillosa. Es como un cuento de hadas. — Elogió Ellis.
— Sabía que te encantaría, Ellis. Pedesina tiene un encanto único. Encontraremos ropa adecuada para ti. Estoy segura de que estarás aún más deslumbrante. — Reforzó Sofia.
Sofia tenía