Ellis metió la cuchara en la pasta de cacahuate con una sonrisa de satisfacción. Estaba tan feliz de que Vittorio estuviera considerando perdonar a su madre.
Vittorio la miró y dijo:
—Vas a terminar con toda la pasta de cacahuate de esa manera.
Ellis miró pensativa el frasco y luego se volvió hacia Vittorio y preguntó:
—¿Cuánto tiempo falta para que el pastel de carne esté listo?
—Unos cuarenta y cinco minutos. —respondió Vittorio.— ¿Por qué?
—Me gustaría probar la pasta de cacahuate de una manera diferente. —Ellis se acercó a él y susurró en su oído:— Quiero besarte por completo con pasta de cacahuate.
Vittorio tomó una cucharada de pasta de cacahuate y la puso en sus labio