Punto de vista de Valen
Las hogueras estaban en el extremo este del recinto principal. Era una zona despejada con círculos de piedra donde los miembros de la manada se reunían en las noches frías.
Ahora estaba vacía, salvo por una figura sentada en un banco de troncos, contemplando las llamas que no deberían estar ardiendo en pleno día.
Nireya debió de haberlas encendido ella misma.
A veces lo hacía cuando pensaba, y decía que el fuego la ayudaba a concentrarse o tal vez a no concentrarse. Nunca supe con certeza cuál de las dos opciones era la correcta.
Me acerqué lentamente, con pasos tan fuertes que me oyó llegar, pero no se giró.
"¿El emisario se fue?", preguntó, con una voz cuidadosamente neutra, lo que significaba que no se sentía nada feliz.
"Se queda a pasar la noche". Rodeé la hoguera para poder verle la cara. Tenía la mandíbula apretada y los hombros rígidos. "Están en las habitaciones de invitados".
"Qué bien." Atizó el fuego con un palo, levantando una lluvia de chispas. "P