Owen está pálido por lo que sus oídos acaban de escuchar, su sobrino se escucha demasiado asustado, por lo tanto no puede ser una broma infantil por parte de ellos.
— ¿Cómo pasó eso? —Preguntó el tío.
— Nosotros estábamos viendo la televisión con ella aquí en su habitación, y de repente un hombre golpeaba la puerta con mucha fuerza, exigiendo que la abrieran.
— ¿Y ustedes están bien?
— Sí tío, mi mamita nos hiso señas para que nos metiéramos debajo de la cama en silencio y nos dio el celular para que te llamáramos a ti, pero de lo asustado que estamos no nos habíamos acordado de llamarte, desde aquí vimos cuando la puerta cayó al suelo y entre dos hombres se llevaron a la fuerza a nuestra mamá.
— ¿Y la señora que cuida de ustedes, está en casa?
— Sí, aquí estaba antes de que esos hombres vinieran, ella nos estaba preparando unas galletas, pero ahora no sabemos en donde está porque no nos ha venido a buscar y tampoco se escucha sonidos de trastes en la cocina.
— No se muevan de donde e