Capítulo 2 Un viaje

Sophia se rio confusa al escuchar a su jefe hablar sobre una cita, pero antes de que pudiera darle una respuesta sonó su teléfono. La pantalla mostraba el nombre de su madre, por lo cual Sophia frunció el ceño con preocupación, porque sabía que posiblemente no podría salir del trabajo como lo había pensado. Noah, que estaba pensativo sobre la salida de su asistente, notó la expresión de Sophia y se acercó con curiosidad, deseaba ver de quién se trataba para asegurarse si en verdad tenía una cita

— ¿Está todo bien, Sophia? — se atrevió a preguntar tras ver la impaciencia de Sophia y su falta de voluntad para responder

— No es momento para atender llamadas — dijo Sophia luego de suspirar con frustración, se sentía muy mal por no poder cumplirle a su madre lo que había prometido

— Pero ¿Necesitas contestar?

— Sí, pero estoy en medio del trabajo y... — logró decir y se detuvo por el sonido insistente del teléfono. Noah la observó con curiosidad, preguntándose qué podría estar sucediendo para que no quisiera contestar ahí frente a él.

— Vamos, atiende — dijo Noah ansioso

Sophia nerviosa finalmente contestó — Estoy en el trabajo, déjame terminar algo y te aviso si salimos o no, se me ha presentado un problema que intento arreglar, te hablaré luego ¿sí? — dijo rápidamente y sin que se atreviera a contradecirle, cortó inmediatamente

Noah Continuó observándola, con interés, deseoso de saber más sobre la llamada, quería saber qué era eso tan importante como para atreverse a cambiar su turno en una cirugía tan importante.

— Listo, Noah, en qué estábamos — retomó Sophia la conversación un tanto avergonzada, odiaba contestar llamadas cuando estaba trabajando, pues siempre procuraba hacer todo bien y no crear ningún problema que pudiera perjudicar su récord como mejor trabajadora del mes

— En lo de tu cita — dijo Noah de golpe a la espera de que por fin revelara qué era lo que haría esa noche

— Bueno, ya ves, Doctor, hay que salir y disfrutar de la vida de vez en cuando — respondió Sophia con una sonrisa juguetona en los labios, disfrutando de la confusión en el rostro de Noah.

— Entiendo, bueno, entonces ve a disfrutar de tu noche libre — dijo Noah sinceramente, sintiendo una extraña sensación de alivio al ver que Sophia estaba de buen humor.

— Para eso primero déjame intentar encontrar a alguien que pueda solucionar lo del turno, estoy segura de que cualquiera querrá hacer el turno hoy con tal de no venir a trabajar el domingo — dijo Sophia sonriendo, no podía evitar sentirse satisfecha por la confusión de su jefe, desde hace mucho tiempo no lo veía así tan asustado

— Si eso prefieres, ve y vuelve en cuanto lo consigas — la retó Noah

Sophia asintió con una sonrisa y se despidió. Mientras salía del consultorio, Noah se quedó pensando en la conversación y en la misteriosa cita de Sophia. ¿Con quién saldría? ¿Qué tipo de persona sería capaz de hacer reír a una mujer tan seria como ella? Pero no entendía por qué le estaba interesando saber eso.

Mientras tanto, Sophia buscó a Devan para informarle sobre el cambio de turno después de haber encontrado un reemplazo para cubrir su ausencia. Una vez resuelto ese asunto, se dirigió de nuevo a avisarle a su jefe.

— Listo, Noah, me cubrirá Michel, está dispuesta a hacerlo con tal que yo trabaje el domingo que era su día de turno — Le contó tras abrir la puerta

— Perfecto, te felicito por tu eficiencia, entonces ve tranquila a tu cita — Dijo finalmente sin poder demostrar cuánto le estaba fastidiando. Sophia se echó a reír

— Gracias y discúlpame por avisarte contra el tiempo — Dijo Sophia sonriendo, sus labios abiertos mostraban su dentadura perfecta, Noah se quedó viéndola sin poder disimular lo grato que le parecía que sonriera

— Claro, debes irte, no es tu culpa que Ava no me haya avisado, tú cumpliste con decírselo a tiempo, vete tranquila, de todas formas ya lo has solucionado— Afirmó Noah con respeto, no entendía cómo es que no podía ser rudo con ella, negarle el permiso y obligarla a quedarse a cumplir su trabajo.

— Si lo ves de esa manera, entonces me iré tranquila, prometo no faltar más — Dijo Sophia mientras se quitaba la bata para guardarla en su bolso.

— Cuídate — Se despidió Noah para que se marchara tranquila, cuando la vio de espalda determinó su hermosa figura, cómo es que no se había fijado antes en ella, ahora sin la bata puesta podía reconocer sus voluptuosos glúteos y la forma de sus caderas, definitivamente Sophia era hermosa.

 Volvió en sí, cuando de repente, el teléfono de la clínica sonó y se apresuró a contestar. Era Kate

— Hasta que te dignas a responderme, panquecito de limón — le dijo con coquetería tras el saludo, Noah sintió que esa frase era fastidiosa

— Pues ya te he dicho que no me llames en horario de oficina — le reprochó

— Lo siento, solo quería avisarte que no podré llegar esta noche, estoy muy cansada y no tengo ánimos de nada, el post turno me tiene decrépita — Respondió kate con seguridad. Noah respiró aliviado, pero al quedarse solo en la clínica, su mente volvió a pensar en Sophia, y en la salida de esa noche, al menos ella estaría junto a alguien, mientras que él se quedaría solo.

Mientras tanto, Christopher,  su hermano, lo llamó

— ¿qué tal estás? —preguntó Noah con preocupación, sabía que su hermano no lo llamaba para cosas buenas

— Pues querido hermanito, ha surgido un problema con las mujeres que esperaban cirugía. Se sienten frustradas y acusan a la clínica de falta de compromiso, pues se enteraron a través de la prensa que Enma será atendida hoy, y además que hay otras cirugías estéticas y pues entendieron que les pospusieron su cita por esa razón, están haciendo llamadas a la prensa para desprestigiarnos —respondió Cristopher con tono de urgencia

—  Ay no. Necesitamos abordar esto rápido —exclamó Noah mientras pensaba en lo que Sophia había dicho al respecto, cada vez se convencía de que en verdad ella era una mujer muy inteligente

—¿Puedes ocuparte de eso? — preguntó con la esperanza que su hermano tuviera una solución

— NO, lo mejor será que te vengas ahora mismo a Miami y busquemos una solución para poder darles respuestas positivas mañana — le advirtió, Noah sabía que no podía contradecirle en nada.

Cristopher cortó la llamada a lo inmediato, Noah suspiró con rabia y  se dirigió a su equipo de administración. Ellos no dieron ninguna solución viable, y se sintió frustrado, necesitaba que Sophia estuviera ahí, era muy astuta y pensó que quizá ella podría tener una buena idea, además por el compromiso que había demostrado sobre la salud de esas pacientes

Regresó a la oficina, se sentó y tomó el teléfono, estaba dispuesto a llamarla, no le importaba nada más que hablar con ella.

— Sophia, lamento interrumpirte en tu cita, pero es algo urgente — dijo con temor tras escuchar el ruido del restaurant en donde ya se encontraba Sophia

— No estoy en ninguna cita, debía reunirme con mi madre — confesó Sophia, finalmente, en verdad pensó que no tenía nada que aclararle a su jefe sobre su vida privada, pero era mejor evitar  que pensara que había luchado por abandonar el turno, teniendo como motivo salir con un hombre.

Noah respiró aliviado, ni entendía por qué, pero le daba satisfacción saber que Sophia no estaba saliendo con nadie.

— Bien, lamento interrumpir la reunión con tu madre — respondió intentando disimular la alegría que eso le provocaba, pero sintió pena por molestarla, pues sabía que su madre había estado enferma recientemente y quizá solo ese día podían haberse reunido

— Anda, no pasa nada, dime qué sucede y para qué soy buena — respondió Sophia mientras se llevaba un enorme bocado de pastel a la boca

— Lo que dijiste, Sophia, las pacientes enfermas se han enterado del motivo por el cual pospusimos sus citas y ahora nos están desprestigiando, crees que podamos reunirnos para buscar una solución — pidió de golpe esperando una respuesta positiva

— Qué — gritó Enma casi atragantándose con el pedazo de pastel

— Sí, tenías razón — afirmó Noah — Mi hermano me ha llamado, quizá en Miami pueda solucionarlo, pero quería saber si podías ayudarme, sé bien lo interesada que estabas en este asunto — se justificó

— Ahí lo tienes, lleva a las pacientes a la clínica de tu hermano, y así cubres eso mientras nuestro personal atiende a las modelos — respondió Sophia dándole la solución más clara y viable

— ¿Me acompañas? — preguntó Noah, y Sophia abrió los ojos de par en par, como era posible que su jefe estuviera proponiéndole irse de viaje así de rápido, justo a ella.

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