Capítulo 73 —Era suyo
Narrador:
Massimo deslizó las manos por su cuerpo con una lentitud exasperante, memorizando cada curva, cada estremecimiento, cada reacción suya. Nadia seguía adormilada, con la respiración pesada, pero él podía sentir cómo su cuerpo despertaba lentamente bajo su toque.
Ella gimió suave cuando él deslizó los labios por su cuello, mordisqueando su piel con una paciencia tortuosa, jugando con la idea de despertarla completamente.
—Arriba, pequeña —murmuró contra su oído, su voz densa de deseo.
Nadia se removió, abriendo los ojos lentamente, encontrando el rostro de Massimo a centímetros del suyo. Su mirada estaba oscura, intensa, con esa sombra de peligro que siempre la hacía arder por dentro.
—¿Qué…? —su voz era un susurro ronco, aún atrapada entre el sueño y la realidad.
Massimo sonrió de lado y, sin darle tiempo a procesar nada más, la giró con facilidad sobre su cuerpo hasta hacerla quedar a horcajadas sobre él.
Nadia jadeó, sus manos aterrizando sobre su pecho