Capítulo 68 —Pídemelo
Narrador:
Massimo descendió lentamente, su boca dejando un rastro ardiente sobre la piel de Nadia, reclamándola con cada beso, con cada roce de su lengua.
Su cuerpo temblaba bajo su toque, sus suspiros entrecortados eran música para él.
—Massimo… —jadeó, su voz rota entre la necesidad y la rendición.
Y él sonrió contra su piel. Sabía que la estaba llevando al borde, que su control pendía de un hilo.
—Te advertí que te haría mía esta noche —susurró contra su pecho, dejando un beso lento justo en el centro —Y cuando lo haga, no habrá vuelta atrás.
Su lengua salió a explorar, rozando su piel con un calor abrasador, dejando pequeños círculos húmedos que se evaporaban con la diferencia de temperatura entre su aliento y su piel. Nadia se arqueó bajo él, su cuerpo reaccionando a su tacto antes de que su mente pudiera procesarlo.
Massimo atrapó uno de sus pezones entre los labios, mordiéndolo apenas, succionándolo con la presión exacta para arrancarle un gemido ahogado.
—