El anciano continúo hablando. –Hace tiempo atrás cuando conocí a esa mujer, tu madre y yo estábamos atravesando una situación muy difícil.
-Cómo olvidarlo. -Interrumpió mi madre
-Nuestro matrimonio estaba a punto de fallecer, pero no fui el principal culpable, aunque haya sido yo quien se marchó de la casa.
- ¿Cómo así? ¿A qué te refieres?
-No sé si yo sea la persona correcta para contarte esto. Toda la vida he creído que la persona adecuada para contarte la verdad es tu madre, y a pesar que ha tenido todos estos años para hacerlo, por tu actuar, me doy cuenta que no lo ha hecho y ya llegó el momento de que