Nos levantamos de la mesa y cuando estábamos a punto de salir, una voz dijo: - ¿A dónde vas con tanta prisa? Tenemos algo pendiente y lo sabes.
Daniel me tomó la mano y aceleró el paso, pero al voltear era ella.
- ¿No te ha contado nada, Sarita?
- ¡No la escuches, Sara! Ella solo quiere dañar nuestra relación; no soporta vernos felices.
- ¿De verdad le vas a creer otra vez?, ¡no te hagas la ciega ante la realidad! Si él te quisiera, no te haría nada de lo que hace día tras día.
- ¡Vámonos, Sara! Ella solo quiere mi dinero y buscará cualquier cosa para decirte que lo que siento por ti no es real.
-Bueno, si sientes algo real o no, solo lo sabes tú; pero que la engañas, ella lo sabe, aunque quiera ignorar la verdad por el amor que, te tiene.
- ¿De qué hablas? P