Capítulo 139
Sebastian lanza un grito desgarrador, acaricia la mejilla de Lucrecia, el dolor de la partida es un sabor amargo que se desliza por su garganta
Quiere recordar, pero no puede, aunque su corazón parece recordar el amor que siente por Ana.
Necesita verla, saber de ella, en medio del frío escalofriante que lo arrulla, Ariadna llega junto a Viviana que cae de rodillas antes el cuerpo de su hija.
La escena de llanto y horror los cubre, uno de los sirvientes le informa a la manada que Lucrecia, destinada desde pequeña a ser la Luna del futuro Alfa de sus tierras ha muerto.
Sergio está en shock, sus manos tiemblan, la idea de perder a Ana se convierte en su miedo más fuerte.
Sin Lucrecia su hermano es libre de intentarlo.
Teodoro recibe la carta con la terrible noticia, decide hablar con Hope y Ana, la segunda se desvanece.
—Ella no puede estar muerta, ella ...
—Lo siento pero es así, tengo que ir al funeral y creo que Ariadna debe saber que ustedes tres se refugian en mis tier