Angélica había conocido a Lucien Black tercero por mera casualidad, después de pasarle el vaso con agua e intercambiar nombres, ella se quedó a conversar con él
— ¿Qué te gusta más, la playa o las montañas? — preguntó la chica
— Me adapto a las dos, ¿te gustan las mascotas? — preguntaba el antisocial adolescente
— Si, me gustan, de hecho tengo una gatita gris, ella se llama Milena, es adorable
— No entiendo por qué le ponen nombre de personas a los gatos, pero en fin, yo también tengo un gato se llama bigotes, el es un poco travieso y desobediente
— Pues... dicen que las mascotas se parecen a sus dueños
— Quiero conocer a Milena, entonces veré como eres
— Me encanta tu sentido del humor, eres muy bromista — Angélica aún no sabía que su nuevo amigo no bromeaba nunca
La plática continuaba cuando de pronto el padre del paciente llegó corriendo de la compañía a acompañar a su primogénito, Milán estaba en estos momentos cuidando de Aby, la bebé se había resfriado y no quería despegarse de