Arielle durmió el resto de la tarde, y luego de unas horas despertó desorientada mirando al rededor y sentada en el centro de la cama, se miró su vientre y lo acarició
—Tres...tres hijos de Gabriell, y el no lo sabrá nunca, nunca sabrás de tus hijos Gabriell, nunca. —pronunció en susurros.
Salió de la habitación y bajó las escaleras.
—Señora, la cena está lista. —dijo una de las muchachas de servicio.
—Gracias, Pero no tengo hambre. —respondió caminando a la oficina.
Marina volvió a la cocina donde está Dora, la madre de Jhon.
—No desea comer dice la señora.
—Pues tiene que alimentarse bien, quiera o no, son tres bebés los que tendrá que alimentar. —dijo Jhon dejando sorprendida a Dora.
—¿Cómo lo sabes hijo?
—Estuve pendiente de ella sin que lo supiera, y soborné a la enfermera. —dijo Jhon abrazando a Dora.
—Jhon mi hijo..
—Madre, ella está pasando por un momento muy difícil, y yo como su amigo aunque no me recuerde, la voy a ayudar.
—Lo sé hijo, y el señor Jordan me la recomendó