Gabriell miró la hora, y ya hacía más de treinta minutos que Isabella se había ido y no regresaba.
Miró a los guardias entrar con los paramédicos y corrió al mismo lugar.
Caminó y se acercó cuando vio a Isabella tirada sobre la camilla, siendo llevada por los paramédicos.
-¡Isabella! ¿Que sucedió? Isabella. -gritó desesperado al ver su ropa manchada de sangre.
-Señor, su esposa sufrió una caída. -informó el paramédicos y salió junto con ellos y subió a la ambulancia.
-Isabella, tranquila mi pequeña, todo estará bien, se fuerte por nuestro campeón. -le habló apretando su mano.
La ambulancia llegó, y llevaron a Isabella directo a quirófano, una enfermera dió ropas especiales a Gabriell para que se cambie y pueda estar a lado de Isabella.
Gabriell estuvo cerca de Isabella y tomó su mano para que sintiera que estaba ahí junto a ella.
-Aquí Estoy contigo chavito. Se fuerte, no me dejes por favor, nuestro campeón y yo te necesitamos.
Los médicos procedieron de emergencia a sacar al bebé, pu