CAPÍTULO XX: GALLETAS DE AVENA

—Hola—dice nervioso Adén—. Respondiendo a tu mensaje, sí podemos hablar.

Theo por un momento quedó inerte, aunque luchaba con las llaves y las bolsas que colgaban de sus manos.

—¿Puedes sostenerme esto? —titubea mientras señala con su boca el palillo del algodón de azúcar y una bolsa que tenía en la mano izquierda.

Adén agarra lo que le indica su novio sin decir una palabra.

Tras unos milisegundos de lucha con la chapa de la reja que no dejaba ingresar a la pareja al apartamento, Theo consigue abrir la puerta para dejar lo que tenía en sus manos sobre la barra de madera. Por su parte, Adén persigue a su pareja repitiendo lo mismo que este.

—Si quieres algodón, termínatelo—espeta Theo.

El joven moreno no dice nada, pero se lleva a su boca los restos del dulce.

—¿Hablaremos? —manifiesta

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo