— ¿Te parece si nos mudamos juntos? — le pregunte a la mujer entre mis brazos después de hacerla mía hasta el cansancio, no me podía controlar con ella. Era como una adicción para mí.
— Pues… creí que ya lo hacíamos. Digo desde hace 4 semanas estamos viviendo juntos… — me dio un leve golpe en mi frente y reímos juntos.
— Me gustaría conocer a tus padres… — abrió los ojos ante la sorpresa, incorporo tapándose con la sabana esos increíbles senos que tanto adoro saborear.
— Yo… no sé, me fui tan abruptamente y no he contestado muchos de sus mensajes. Supongo que están enojados conmigo… — me senté y la jalé hacia mí, quedando los dos recargados en la cabecera.
— Podemos ir un día y hablar con ellos. Ya eres adulta, además quiero hacer