Capítulo 150
El padre de Benedicto, al escucharla, mostró una expresión de admiración.

Silvia, al ver esto, apretó con fuerza la carne de su muslo, deseando arrancar la expresión magnánima del rostro de Fabiola.

Así, el asunto llegó a su fin.

El video de seguridad continuó reproduciéndose, y pronto llegó al momento en que Fabiola y Silvia se rozaron.

Sergio ralentizó el video, y todos los presentes contuvieron la respiración.

En la pantalla, no apareció la escena en que Fabiola metía la mano en la bolsa de Silvia.

La madre de Silvia se quedó boquiabierta: —¿Qué está pasando? ¿Hiciste algo con el video?

Fabiola sonrió con suficiencia: —Tía, realmente me sobreestima. Conseguí este video esa misma noche, sin hacerle ningún cambio. Si no me creen, pueden investigarlo.

Benedicto acariciaba perezosamente la espalda de Fabiola, con un tono juguetón: —Creo que las cosas ya están bastante claras, no fue Fabiola.

Silvia estaba a punto de colapsar.

Según su plan, al mostrar el video, podría etiquetar a Fabiol
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