Chase.

-¿A qué juegan normalmente cuando se quedan dentro? - Pregunté al grupo de cachorros reunidos al rededor de la sala. Hasta aquí podían oírse leves murmullos de lo que sea que estuvieran hablando los adultos.

Yo era un cachorro curioso, sin embargo no lo era lo suficiente como para prestar atención. Yo estaba en una misión: Jugar.

-Realmente no hay mucho que hacer. - Dijo una de las cachorras más grandes. Me parecía que su nombre era Dana. - Solo nos tiramos y perseguimos nuestra cola por horas hasta la hora de la comida, la cena o la siesta. Hemos ayudado alguna vez a Luna Lia a preparar ungüentos y cosas así, pero generalmente nos aburrimos.

Yo los miré con incredulidad, pero ni un alma me dijo lo contrario.

-¿Tío Alan no les ha comprado ningún tipo de juego de mesa o lo que sea?

-¿Qué es un juego de mesa? - Preguntaron algunos mientras otros me observaban con curiosidad.

Suspiré. En mi manada preferíamos jugar al aire libre o en el edificio guardería donde al menos tení