[ADVERTENCIA: ESTE CAPÍTULO ES R-18. TIENE CONTENIDO PARA ADULTOS NO APTO PARA LECTORES JÓVENES].
"Quiero que... grites mi nombre".
Tras las palabras de Andrew, Kenzie se quitó el abrigo, suspiró y expresó: "Dios, te extrañé".
Volvieron a besarse con deseo.
Desde dentro de la sala de su habitación presidencial, el chasquido de sus labios evidentemente podía escucharse, sus gemidos y jadeos llenaban el aire.
Se fueron quitando la ropa, y sus manos acariciaban descuidadamente los pliegues del otro.
Andrew agarró el pecho de Kenzie y suspiró: "Dios, extrañaba esto". Volvió a comerle los pechos mientras introducía sus dedos en su vagina y comenzaba... a complacerla ahí abajo.
Kenzie gemía mientras ella también acariciaba el miembro de Andrew. Ella lo acariciaba suavemente con sus manos delgadas.
"Mierda”. Andrew llevó a Kenzie a su habitación, y fue allí donde continuaron.
Justo cuando estaban uno encima del otro, turnándose apresuradamente. Kenzie dejó de besarlo y dijo: