—Dante tú no quieres tu vida de antes, esa es una etapa superada, creo que ya te diste cuenta.
— ¿No te importa que regrese antes de lo planeado a Venezuela?
—Para lo que estás haciendo aquí —Pablo sonrió.
—Gozas de verme así.
—No es que lo goce, solo que me parece increíble verte desesperado y enamorado, lárgate de aquí, arregla tu vida, rendirás más cuando estés tranquilo con tu mujer, yo regresaré antes de navidad, buscaré a mi familia y pasaremos las fiestas todos en la hacienda de mi madrina.
—Pablo, sé que sonaré ridículo, pero a quién más podría decirle, eres mi hermano y te toca aguantar un melodrama masculino y de m&iacut