Capítulo 6

Como lo había predicho Joshua y su madre estaban discutiendo a un nivel donde me tenían atormentada, antes de salir del canal nos informaron que en la noche debíamos estar ya instalados en la residencia del concurso, por ende no tenía tiempo para perderlo con Martha y la rubia que reclamaba estar embarazada de Joshua, y él lo negaba profundamente. 

Ella mostraba ecografías y lloraba como Magdalena mientras que Martha tachaba a su hijo de incompetente, Dorian estaba encerrado en su cuarto con sus audifonos a todo volumen mientras que yo estaba en mío terminando de empacar las cosas para poder irme, lo gracioso del asunto es que estaba segura que ese hijo no era de Joshua. 

Cuando terminé, en la sala de estar seguían gritando como par de animales salvajes en plena selva, tiré mi maleta contra el piso causando un estruendo y haciendo que todos pararon de gritar de manera inmediata, los gritos me causan estrés y me ponían de un humor de perros, es por eso que la casa se mantenía en silencio pues Joshua y Dorian trabajaban lo mejor que podían para no causarme ningún ataque de pánico o ansiedad que haya sido provocado por algún sonido, palabra que como dije, podía provocarlo. 

—Necesito irme en una hora y ustedes están estorbando en mi casa —mi ánimo se había ido a la m****a, mis emociones ya se habían puesto a raya y herir era lo que mejor se me daba en estos momentos.

—Esta, no es tu casa querida —la rubia levanta el mentón orgullosa.

Joshua se ríe y a eso lo sigo yo, cuando ambos nos miramos sabemos exactamente que él me ha dado carta verde para destruirlas. 

—Es mi casa, mi hijo y el padre de mi hijo viven aquí junto conmigo —ella abre los ojos de par en par— segundo, Martha —ella voltea a verme—, ¿no te cansas de joder la vida? ¿Cómo vas a creerle a una dama de compañía? Pensé que eras más… No sé, inteligente, ya veo que no. Tercero, Joshua no puede concebir hijos pues hace unos años atrás se hizo una vasectomía reversible, pues acordamos que Dorian es precioso, por ende si ambos queremos tener un hijo de nuevo lo tendremos solo con nosotros —el grito de la rubia me hace reír—, claramente ese niño no es de Joshua, y por último— camino hasta la puerta de mi casa y señalo hacia afuera—, estan haciendonos perder nuestro tiempo, gracias por venir y no vuelvan nunca, par de víboras. 

Joshua comienza a reírse y a ellas no les queda otra opción de irse de nuestra casa discutiendo con ellas por ser tan pendejas como para pensar que Joshua se tragaría ese jodido cuento, pues la vida de Martha es separarlo de mí, para ella Joshua y yo estamos casado y mantenemos una relación, cosa que es mentira y ella lo sabe pero aún así lo cree, esa vieja está completamente loca.

***

Gracias al cielo llegamos al estudio con tiempo de sobra, Josh y yo habíamos logrado calmarnos en el camino, las cosas de todos los participantes estaban en un mismo sitio pues hoy mismo se iría una persona, todo lo que grabariamos sería en el estudio. 

—Bueno chicos espero que esta experiencia sea enriquecedora para ustedes, estos meses serán muy duros sobretodo porque no editaremos nada ya que será en vivo, como lo hemos hablado lo único que será grabado serán las pruebas de campo, pues estas tardan alrededor de 4 horas en realizarse, suerte a todos y entren que los esperan.

Estábamos todos tan nerviosos que no nos atrevemos a mirarnos ninguno mientras nos iban llamando veías como todos se tragaban el miedo y ponían una sonrisa colgate en su cara, desearía poder ser así pero no lo soy por eso cuando mi turno llegó entre siendo quien realmente soy, sin fingir nada. 

Los aplausos los recibía pero la mirada intensa de Ethan mientras hablaba me hacía flaquear un poco, me puse en mi puesto sin ver a nadie, ni siquiera a Ethan, me ponía muy nerviosa y no sería yo quien se colocaría roja en televisión nacional.

—Bienvenida Irene a las cocinas de Chef Top ¿Cómo te sientes por ser una de los 15 aspirantes que se jugarán la vida por ser el próximo Chef Top?— Su voz me hace tragar grueso.

—Emocionada —volteo a ver su cara y sonríe—, la verdad pensé que no llegaría tan lejos y me alegra estar aquí. 

Los jueces asienten y comienzan a hacer preguntas al azar mientras nos envían a nuestros puestos de cocina, cuando estamos listos comienzan a darnos las explicaciones del primer desafío de la noche. Cuando nos muestran lo que haremos sonrío en mi mente pues los postres son mi lado más fuerte, adoro hornear, me encanta el dulce. 

Corremos al área donde están todos los productos que se deben agarrar, es un estilo de mini supermercado, agarro mi cestar cuando él chico que estaba junto a mi temprano me empuja y me caigo de bruces, él se ríe mientras Evie me ayuda a levantarme, le quito importancia y termino de agarrar las frutas que me faltaban saliendo del a´rea con un leve dolor en la rodilla que decidí no prestarle atención.

Comienzo a sacar las cosas y buscar los utensilios electricos y siento el roce de mi pantalón con mi piel haciéndome maldecir porque me ha ardido, seguramente tengo un raspón o algo parecido, pero no me interesa, agarro todos mis aparatos y me devuelvo a mi estación comenzando a preparar el mise en place, siento el ardor pero sigo sin prestarle atención pero la voz de Ethan me hace subir la cara enseguida. 

Ethan.

—Él chico que estaba junto a ella —comenta Evie—, Pepe, la ha empujado y ella ha caído de bruces, no se quejo, no protestó, simplemente agarró sus cosas la metió de nuevo en la cesta y siguió con su compra, pero se nota que algo le pasó mira su cara.

Nos volteamos a verla y en efecto hizo una pequeña mueca de dolor pero no para de cocinar, por lo que Evie y yo nos acercamos hasta su estación, ella está tan concentrada que no lo nota, así que decido hablarle. 

—Irene —en automático ella alza su mirada y cuando la mía conecta con la suya olvido lo que le iba a decir por lo que sacudo la cabeza—, ¿qué estás preparando? 

—Tartaleta fría de frutos silvestres. 

—Eso suena delicioso Irene, ¿Qué estás usando para ese merengue? 

Irene comienza su explicación sin dejar de cocinar, cuando camina de un lado a otro se nota que le cuesta un poco afincar su pierna derecha, pero lo disimula, supongo que no quiere parar de cocinar. 

—¿Estás bien? —inquiero notando la mueca de dolor. 

—Me quemé —enseña su mano— pero fue poco. 

Evie me agarra del brazo indicando que debemos seguir preguntando a otros aspirantes por lo que me voy directo a Pepe, porque tengo ganas de arruinarle todo el concurso.

—¿Qué clase de postres preparas? — dice Evie. 

—Un helado de frutos cítricos. 

—Muy simple para arrancar ¿no crees Evie?

—Lo creo. 

—Pues yo no lo veo así, es complicado hacer un helado.

—Seguro campeón —digo riendo—, ¿explicanos por qué tiraste a Irene al piso? 

Él voltea a verla y se ríe ignorando por completo que estamos en vivo, vuelve a vernos y sigue haciendo su supuesto helado mientras con una sonrisa burlona contesta. 

—No fue con intención —dice encogiéndose de hombros— la verdad es su culpa por ser tan torpe.

Evie le reclama y le recuerda que este tipo de conductas no son admitidas en el programa a lo que él fingió una cara de tristeza y pide disculpas a Evie, como si ella fue la que cayó por su culpa. 

Irene.

—El tiempo ha acabado manos arriba. 

Todos subimos nuestras manos y yo bajo mi cara para admirar mi plato, quedó como lo había imaginado e incluso mejor eso me hace sentir tranquila, aunque el ardor en la rodilla me haya atrasado más de lo que deseaba al final resultó lo que deseaba y el sabor es fenomenal. 

Los jueces comienzan a llamar de dos en dos a los participantes, cuando escucho que Cédric menciona mi nombre junto al de Pepe, el chico que me tiró al piso dentro del súper.

Espero que él llegue a su sitio para dirigirme hasta donde debo colocar mi tartaleta que está junto a su plato que es básicamente un copa de helado que se nota el esfuerzo que no colocó al hacerlos. 

Le piden a Pepe que hable sobre su plato y el nombre que le ha puesto “Festival latino”, el chico es completamente estadounidense y sin embargo, usa nuestro gentilicio de manera de burla por que sí, me lo ha dedicado a mi.

Una mueca por parte del jurado es todo lo que recibe Pepe por su plato, ah y un «es una porquería» por parte de Ethan.

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