Fang Xueman estaba preocupada por Jiang Sese y quería quedarse con ella.
Ella fue rechazada.
“Estoy bien, Madre. La Tía Menor estará aquí conmigo. No te preocupes”.
“Así es, Hermana. No andas bien de salud. Tendría que cuidar de ti también si te quedas”. No es que Shang Ying no quisiera cuidar de ella, pero solo diciendo esto se iría a casa.
“Eso es...”. Fang Xueman lo pensó seriamente y finalmente decidió irse a casa.
Antes de irse, le dijo expresamente a Shang Ying: “Yingying, si pasa algo, acuérdate de decírmelo. No me ocultes nada”.
Shang Ying sonrió sin poder evitarlo. “Muy bien, lo haré”.
Fang Xueman se marchó entonces a gusto.
“Mira lo preocupada que estaba tu madre. Tienes que dejar de actuar tan impulsivamente en el futuro, ¿entiendes?”. Shang Ying miró a Jiang Sese con una expresión seria.
Jiang Sese asintió. “Lo haré”.
“Descansa. Te acompañaré esta noche”, dijo Shang Ying.
“Gracias”.
“De nada”. Shang Ying se adelantó y ayudó a cubrirla con la manta. Luego extendi