ARIEL
La vida no es justa para nadie, lo sé, y es por ello que mientras veo las fotos de los mafiosos que me entregó Barclay, me decido por uno de ojos miel y cabello caramelo, es muy apuesto, y tiene el tatuaje de una serpiente en el pecho.—Quiero a este —le señalo a mi elegido.—Samuel Popovic —dice mi amigo—. Es un Krishas, asesino nato ¿estás segura de que quieres hacer esto? Estás sentenciando a alguien a la muerte.—Dime cuál es su peor delito —intervengo.—Mató a una mujer embarazada, como tú —confiesa con lentitud—. Luego le sacó el feto de las entrañas y se lo dio a sus leones.«Maldito»—Es un sádico sexual.—Bien, personas como él merecen la muerte —cierro la carpeta y veo a mi bebé babear su juguete.—Ariel… —insiste Barclay.—Ya he tomado la decisión, además, no es que vaya a follar con él en serio, estoy embarazada y seré muy perra, pero no soy como Preppy —afirm