56
Mi sonrisa se desvanece instantáneamente.
Me he olvidado de decírselo a María. No está por ninguna parte y no lo he hecho.
Me sobresalto cuando mi teléfono empieza a sonar. Saco el teléfono de mi bolso y miro la identificación de la llamada. Me quedo helada.
—L-Liam. ¡Mierda !
No contesto, pero sigue llamándome. A la quinta vez, finalmente lo cojo.
—Hola —digo con un tono nervioso, tratando de actuar con normalidad.
—Bella, ¿dónde carajo estás ? —la voz extremadamente enfadada de Liam suena al otro lado.
—E-Estoy en casa —¿por qué tengo que tartamudear ?
—¿En qué parte exacta de la casa estás ?
—Yo… En tu despacho.
—¿De verdad ? ¿Exactamente dónde te escondes en mi despacho ?
—¿Por qué iba a esconderme ?
—Entonces, ¿por qué María no puede encontrarte a ti ni a Ryan en ninguna parte de la casa ? Ni siquiera en mi despacho.
Estoy completamente perdida.
—L-Liam…
—Bella, te llevaste a Ryan y además no respondes a mis llamadas.
—L-Liam, yo no e-estoy afuera.
—¡DEJA DE MENTIRME, BELLA !