—¡Detente, mira lo que le has hecho a papá! ¡¿Acaso no lo quieres m*****a loca?! —Cuando ella iba a volver a disparar, otro sonido de disparo se oyó, Gabriela los miró con la mirada pérdida, y de su boca empezó a salir sangre, cuando hizo todo el esfuerzo de volver a levantar el arma y matar a Daniela, otro disparo retumbó y ella cayó, y detrás de la ventana de la cocina estaba Gerónimo apuntando.
—¡¡GABRIELA!! —gritó la señora Elena y salió corriendo y la tomó en brazos — ¡Gabriela, hija mía!
El doctor Castillo, tirado en el piso y sujetándose una pierna, comenzó a llorar y ver a su hija muerta.
Juan Carlos se arrodilló y le dijo al doctor Castillo.
—¡Señor Arturo, hay que llevarlo a emergencias!
—¡No, yo estoy bien! ¡Ayude a Gabriela!
Juan Carlos hizo un gesto de disgusto, pero lo obedeció y se acercó a Gabriela, que era sostenida en brazos de su madre, que lloraba angustiada. Y Juan Carlos se dirigió a su suegra.
—Señora Elena, déjeme tomarle el pulso.
Ella la soltó y Juan C