EPISODIO 3

GALENKA

Ingreso a mi hogar y me recibe mi nana que se sorprende al verme con este hombre en brazos.

—Galenka, ¿mi niña el es?

Pregunta sorprendida limpiando sus manos en el delantal.

—Mate, nana—digo asombrada—mio, mi mate, mi hombre y mi pareja destinada.

Respondo con alegría, con un cumulo de sensaciones aglomerarse en mi garganta y en todo mi cuerpo, lo he esperado por tanto siglos que me parece un sueño tenerlo aquí conmigo.

Ingreso a mi habitación dejándolo en la cama y esposarlo, el hombre es bastante peligroso, bastante atractivo, sigue dormido despertando un no sé qué dentro de mí que jamás había sentido, joder de solo mirarlo ahí acostado en mi cama mi entrepierna empieza a mojarse.

Trago con dificultad y comienzo a desvestirlo, pero solo le saco las botas porque lo demás lo arranco de su cuerpo empezando por la camisa y su pantalón y..

—Gracias diosa luna por este mate la espera valió la pena.

Dice mi loba Malia, al notar su bulto en su entrepierna que no solo me deja sorprendida y desfasa a mi loba, pero es que ¿Joder a este hombre como lo hicieron?

—Es perfecto para nosotras—continua mi Malia— la diosa luna le da a cada especie justo lo que necesita y merece.

Trago grueso tratando de ignorar su masculinidad, cubro su escultural cuerpo con una sábana y voy al baño a quitarme la suciedad de sangre y arena.

Dejo que el agua caliente relaje mis músculos y baje un poco lo caliente que esta mi cuerpo observando lo que no debo, el ataque me tiene pensativa pero su olor me tiene descontrolada y no solo a mí, Malia esta trastornada queriendo montarlo de inmediato.

Nuestro libido, deseo y pasión está dormido mientras no encontramos nuestro mate y sobre todo mi especie, es un hecho que podía tener este tipo de acercamiento con cualquier humano, especie o clase, pero nunca desperté ese anhelo de sentir mi cuerpo junto a otro, lo espere, lo pensé y lo soñé por siglos y ahora lo tengo en mi habitación y en mi cama.

Salgo con una bata trasparente que deja a la vista todo mi cuerpo, observo la cama y aun duerme como bebe y me estremezco cuando cierro mis ojos concentrándome en los latidos de su corazón.

Son pausados pero fuerte y muy enérgicos, su esencia esta impregnada en todo mi habitación o mejor dicho en todo mi ser, pueden creer que lo amo, que lo deseo y lo anhelo.

Busco algo que ponerme rápidamente porque tengo que volver al busque y saber del porqué de este ataque, siempre han querido matarme, pero un experimento, ¿que querían demostrar?

Las palabras de ese vampiro no puedo olvidarlas, era una experimento, ¿pero porque? mi única esperanza es Alexander mi Omega que salió en busca de algo grande según el y con sus habilidades inigualables es capaz de resolver esto.

Dejo caer la bata deslizándola por mi cuerpo, está cae al suelo y quedó completamente libre de ropa, cuando me giro unos ojos azules claros como el cielo y su mirada fuego como el infierno me miran de arriba a abajo. escrutándome, observándome prendiéndome en llamas en segundos.

—¿Tu quién eres y porque estoy esposado a esta cama? —Siento como su voz gruesa llega a mis oídos y causándome escalofríos en el proceso—¿no tienes lengua?

Es la primera vez en mil años que un hombre me mira asi como estoy para el, pero no siento vergüenza, más bien me encuentro excitada, es mi mate , mi cuerpo le pertenece y responde a él.

Mi cuerpo se mueve solo cuando hundo la cama con mi rodilla bajo su atenta mirada, se mantiene con una expresión fría, seca, inexpresivo, sus ojos azules me escrutan calentándome y sigue ahí sin moverse con sus brazos a cada lado de mi cama y con la sábana solo cubriendo su cuerpo dejando su torso y pies descubiertos, se ve tan descaradamente sexy que ya no puedo controlarme.

—No te acerques loba o morirás—sus amenazas lo único que hacen es encenderme como hoguera y avanzo, me gusta su carácter, está en clara desventaja y aun así osa desafiar a una loba. mis ojos han cambiado de cafés oscuros a rojos, mi alfa es ahora la que tiene el control.

—Eres un alfa—dice el sorprendido y no respondo solo me subo ahorcadas a él rosándome y un gemido se me escapa y meto mi nariz en su cuello para calmar a mi loba. 

—Mate

Musito embriagada. Atontada, sabia de los efectos que esto causaría, sin embargo no los puedo controlar, es natural, nace de mi para el.

—¿Qué? ¿soy tu mate?

Tomo sus labios, tal vez un poco torpe porque realmente no he besado mucho en estos mil años, pero me decepciono de inmediato porque no responde a mi desenfreno.

—No me temas, jamás podría lastimarte—le digo para calmarlo, ya que su corazón estaba acelerado y en cualquier momento se saldría de su torax—eres mío Armin, solo mío.

Vuelvo a tomar sus labios y esta vez me sigue el beso que he soñado por siglos, meto mis dedos en su cabello para profundizarlo y me sorprende invadiendo mi boca con su lengua y solo disfruto de la sensación que eso me produce,

Sin pensar o realmente no sé en qué momento mis caderas comenzaron a moverse por sí sola, y húmeda a través de la tela de la sábana sintiendo la dureza de su hombría.

Su virilidad ha crecido considerablemente, y no puedo estar más feliz por eso, sigo restregándose y esto se siente genial, maravilloso, grandioso y gimo fuerte al momento que dejamos nuestros labios para atacar uno de mis senos. 

Quiero tomármelo con calma, pero me es imposible hacerlo cuando lo deseo. elevo el mentón mirando hacia arriba controlando las ganas de morderlo.

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