C91: Quiero ver cómo te desmoronas.
Un jadeo tembloroso escapó de los labios de Jordan. Entonces, lentamente, casi con horror, giró la cabeza y volvió a fijar su vista en el moribundo. Sus labios se entreabrieron en un intento de contener la vibración de su respiración.
Zaid, satisfecho, regresó su atención al hombre que agonizaba. Sus dedos largos presionaron con más fuerza la herida abierta, hundiéndose en la carne lacerada.
—Vamos… aguanta un poco más. ¿Acaso no quieres vivir? —dijo con una sonrisa socarrona, inclinándose como si de verdad esperara una respuesta. El hombre solo emitió un sonido ahogado mientras su cuerpo convulsionaba ligeramente—. Vaya, qué decepción… pensé que pondrías más resistencia.
El sufrimiento del hombre se prolongó. No murió de inmediato, sino que se quedó ahí, retorciéndose en un charco de su propia sangre, en lo que sus pupilas se dilataron poco a poco, mientras sus labios balbucearon palabras sin sentido. Jordan sintió que algo dentro de ella se rompía cuando, finalmente, la última exhal