Cuando Connor había escuchado a Jason hablar de Sam dos días atrás y decirle que no era su hijo, dos cosas igual de terribles e importantes habían pasado por su cabeza:
La primera era cómo sabía sobre Sam, porque las únicas personas a las que le había presentado a su hijo eran Jacob y Jackson, y eso significaba que en algún momento Jason Miller había seguido a Baby y la había visto con el bebé. Eso realmente le provocaba una rabia que lo enceguecía, porque sabía que en algún momento su familia había sido vulnerable.
Y la segunda, era que aquella declaración tenía una finalidad, y esa era crear el mayor daño posible entre ellos dos, posiblemente para desestabilizarlos o para desviar su atención del problema real que tenían entre manos.
Connor no tenía ni la más absoluta duda de que Sam era su hijo, y aunq