Cap. 50 La última acacia blanca.
Julia al escuchar las palabras que salían de la boca de esta mujer, empezó a sentir como los oídos comenzaban a zumbar, su visión se volvió borrosa y poco a poco todo se fue deslizando por la pared hasta llegar al suelo.
Lisa se sintió complacida al verla tan vulnerable, para dar la última estocada – ¿Sabes que es lo más graciosos? que a nadie le importo investigar quien fue el responsable-… - Es el problema de los Omegas, son descartables- luego se giró sobre sus talones y salió del baño.
Lo que nunca esperó fue que en Julia se encendió un sentimiento que nunca había conocido, rencor mezclado con deseo de venganza, esa Kappa pudo lograr contaminar el corazón de esa joven; pero no sabía que mientras ella estaba dispuesta a romperla, otra persona estaba dispuesta a reconstruir todo lo que ella destrozó en Julia.
La tarde se convirtió en la noche y no se encontraba rastro de Julia, los tres chicos comenzaron a inquietarse. Pero nadie la había visto, buscaron incansablemente por todo