Cap. 134: Amores ardientes.
Senda y Boris dieron rienda suelta a su pasión, fueron años de amor contenido que explotaron en la unión de sus dos cuerpos. Boris fue dominante pero delicado, tenía miedo de lastimar o incomodarle, quería que sea realmente perfecto, ella había tenido una experiencia pésima en su primera vez.
Boris: -¿ te sientes bien?- con la respiración agitada.
Senda: - si, continúa, quiero que pongas tu marca en mi cuello- cegada por el deseo.
Boris paso su lengua por el lugar preciso donde pensaba estampar la mordida, pero quería que ella este conforme de todo. Si tenía que volverse sometido a todos sus placeres, estaba dispuesto.
Justo en el preciso momento cuando finalmente se volvieron uno, el mordió su cuello, lo que supero sus espectativas es que ella hizo lo mismo sin dudar.
Boris: - ¿me marcaste?- era uno de los días más feliz de su vida.
Senda: - es lo justo, no me gusta compartir a mis hombres- mientras lo besaba como si fuera su último beso.
Continuaron amándose hasta quedar c