Laura había estado recopilando evidencia constantemente, investigando en secreto a las personas cercanas al marido de la señora. Blanco, con el objetivo de conseguir los mejores beneficios posibles para ella.
Le había entregado toda su dedicación, y a cambio recibió una puñalada certera por la espalda.
Gente así merecía sufrir toda la vida.
Ya no tenía por qué salvarla de su miseria.
Manuela obedeció y le susurró —Laura, deberíamos irnos.
Laura se arregló la ropa y se dirigió hacia la salida.
Mientras esperaban el auto, llamó a Patricia.
Patricia contestó al instante, con voz culpable —Laura, ¡lo siento mucho!
—Me duele demasiado el vientre, ve a buscar medicina con el doctor y tráemela al tribunal. Ve ahora, ¡necesito tomarla antes de la audiencia! —Por suerte había logrado protegerse cuando la mujer la embistió, o el dolor sería peor.
Últimamente, por alguna razón, se lastimaba el vientre con frecuencia.
Temía que un día el bebé no pudiera resistir más y lo perdiera.
—¡¿Vas a ir al t