Trago duro, intentando no darle un buen golpe para que respete. Pero debo recordar mi lugar y por ello, simplemente alejo su mano de mi pierna, una que vuelve a estar allí al segundo siguiente.
— Detente. — Le advierto con molestia.— ¿En qué debo detenerme, mi querida novia? — pregunta Noah.— Sabes perfectamente de lo que hablo y que no soy tu novia. — digo molesta.— Oh, la chica tiene carácter. — se burla su amigo.— No te metas en esto, Ryuk Pavel.— Te veo muy interesado en la chica, amigo. — dice Ryuk.Noah advierte con la mirada a su amigo y este hace una señal de que cierra la boca como si fuera una cremallera. La mano de Noah en mi pierna, ejerce más fuerza y yo me quejo porque algo pequeño como eso duele, por lo herida que estoy.— Marcela, creo que otra vez has olvidado tu lugar. — dice Noah.— C