Narra Marcela
Despierto y realmente deseo no hacerlo, porque mi cabeza quiere romperse completamente por el malestar que siento, el dolor de cabeza se intensifica y todo lo que he vivido aparece como un video con dieciséis veces más velocidad de lo normal.
Mi corazón duele y las lágrimas caen por mis mejillas, al poder recordar incluso lo que no podría hacerlo. Por eso, me levanto rápido de la cama e intento caminar en busca de respuestas, pero, apenas toco el suelo, me caigo.
El sonido alerta personas desconocidas que intentan ayudarme y yo retrocedo buscando un arma para poder defenderme, porque la inocencia que tenía se ha destruido completamente con todos los recuerdos que volvieron y los que siempre permanecieron conmigo.
— Intenten acercarse a mí y así sea con mis uñas me defenderé de ustedes.
— Señora, saludos, somos los hombres de la organización lobos negros. — dice uno de ellos y yo siento como mi sangre hierve completamente.
— ¡Largo todos de aquí, malditos bastardos! — dig