El miedo me invade completamente, pero, sus brazos fuertes me hacen sentir lo suficientemente acompañada para no molestarlo. Sobre todo, porque no quiero que él se atreva a soltarme por resultarle demasiado molesta.
Por eso, cuento mentalmente, pienso en los libretos que he leído y todas las cosas que puedo hacer una vez este lejos de estos locos, no sé cuánto tiempo tardo pensando en tantas cosas, que finalmente, escucho el anuncio de nuestra llegada.
— Hemos llegado, Marcela. — dice Nick y yo siento como el alma regresa a mi cuerpo completamente.
— Estoy viva.
— Sí, ahora, suéltame un poco. — dice Nick y yo me aferro más a él.
— No vas a soltarme a esta altura, ¿verdad? — pregunto preocupada.
— Marcela, de verdad no lo haré. Ya te he traído hasta donde puedo, mira hacia arriba y te darás cuenta de que Noah te está esperando, confía en nosotros, eres valiosa en estos momentos. — dice Nick.
Duele, para mí es un golpe bastante bajo lo que ha dicho, porque solo seré valiosa por a