El día esperado finalmente llegó. Devan regresaría tarde en la noche para cerrar todos los eventos pendientes, mientras que, como de costumbre, Sarah sería enviada a casa después del almuerzo.
Pero Sarah no descansó. Estaba ocupada preparando su regreso al pueblo en ese momento, organizando sus cosas y encargando algunos regalos para todos los que estaban allí, en nombre de Devan.
Ella tenía que ganarse el favor de los demás por su esposo, ¿no? Además, temía que a Devan le resultara difícil adaptarse a todos allí, especialmente porque era el nuevo esposo de Sarah, con quien se había casado sin siquiera presentarlo antes.
"¿Le aviso a la tía o no? Estoy nerviosa", murmuró, frotándose el pecho, con el corazón latiendo de manera irregular y más fuerte de lo normal.
Miró una foto suya y de su tía tomada un año atrás, cuando regresó al pueblo con Cipto. Pero después de enterarse del divorcio, su tía pareció cortar el contacto y nunca más preguntó por ella, y Sarah misma se sentía incómoda