Capítulo 69

La oficina estaba en completo silencio. Afuera, la ciudad seguía vibrando con su caos nocturno, pero dentro de esas paredes de vidrio todo era estático, casi aséptico. El único sonido era el leve zumbido del aire acondicionado y el clic constante de mi teclado, y uno que otro suspiro de exasperación que se me escapaba de tanto en tanto.

Habían pasado horas desde que todos se marcharon. Desde que la última puerta se cerró y el edificio se hundió en esa calma artificial que solo ocurre cuando el mundo laboral se detiene. Pero yo no podía detenerme. No todavía. No hasta entender qué estaba pasando. No hasta confirmar, con mis propios ojos, que no era una paranoica imaginando traiciones.

Tenía la pantalla dividida en cuatro ventanas. Registros de firmas digitales, historial de accesos, autorizaciones emitidas… y todos con mi nombre. Autorizaciones que no recordaba haber dado. Contratos que nunca revisé. Cambios estructurales en áreas sensibles de la empresa, con mi rúbrica como aval. Como
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App