Iris terminó por irse a su apartamento, dijo que tendría que arreglar la ropa que iba a usar el día de mañana, yo moría de hambre y Alejandro no era la excepción, al abrir la refrigeradora me encontré con algunas compras.
_ Iris pidió unas cosas a domicilio, iba a cocinar cuando llegaste, pero decidió irse.
_ Yo prepararé algo.
En la refrigeradora había carne, era de primera calidad y muy cara, tomé algunos condimentos y la preparé para hacerla salteada, agregue unos vegetales y una ensalada césar, serví dos copas de vino y nos sentamos a cenar.
_ Esto está delicioso.